El gobierno de Jorge Iván Ospina llegó a la alcaldía cuando parecía que Cali había perdido toda esperanza y que no tenía salvación. Con el corazón limpio y una experiencia de excelente dirección en el hospital, este joven revolucionó la política en Cali y llevó a la práctica lo que había prometido en la campaña: gobernar para los pobres.
Le dio por primera vez poder al pueblo-primer soberano- la oportunidad de expresarse en el diseño y la planificación de las políticas a seguir, de ejercer verdaderamente la democracia en los hechos. Así en dos meses el pueblo de Cali se reunió a proponer en qué y cómo se iba a gastar el presupuesto de la ciudad. A este ejercicio democrático se le llamó Constituyente por Cali.
En los meses siguientes comenzó ‘Gobierno al barrio’ donde todo el gabinete en una gran actividad se concentraba los sábados cada 15 días por los barrios de Cali para conocer de primera mano las necesidades más sentidas de los ciudadanos.
En los juegos nacionales se sobró en la atención a los visitantes, en la organización, y en el ofrecimiento a los sectores más populares de Cali con las entradas gratuitas a todos los espectáculos.
Y así con el alumbrado en Diciembre reconocido con el más espectacular; con el mejoramiento vial reconocido hasta por los taxistas porque recorren diariamente los barrios populares; con el funcionamiento del MIO; con la más popular y pacífica Feria de Cali; con el tradicional y masivo festival Petronio Álvarez y decenas de acots culturales este joven alcalde hacía historia.
Cali era un basurero antes de Jorge Iván y hoy todo el mundo reconoce que con su mística, entusiasmo y trabajo alentó a la ciudadanía en el amor por Cali y media ciudad despertó y se puso a hacer limpieza. Hoy no es ni sombra de lo que era ayer.
Como viene desde abajo no escatimó esfuerzos para atender a los desplazados siendo hoy la ciudad pionera en este asunto atendiendo los barrios y sectores marginales víctimas de la guerra.
Hoy vive una persecución por los que se niegan al cambio y quieren que la ciudad retroceda a los tiempos de la exclusión, el clientelismo, la corrupción y la politiquería. De los que ya no pueden hacer grandes negociados con el dinero de todos los caleños, de los que les da asco ver al pueblo caminando con dignidad y recibiendo mejores atenciones en salud, educación y vivienda.
El alcalde que le dio una nueva oportunidad a los que pensaron que no era posible que en esta vida recibieran respeto y dignidad, es perseguido hoy por los habitantes de un edificio de 30 familias.
Estas 30 familias de estrato 6 quisieron meterlo a la cárcel porque no les dio $4.000 millones de pesos para salvar un edificio llamado MONTERROSA. Estas familias quieren que la alcaldía se gaste en ellos estos dineros cuando miles de familias en Ladera de estrato 1 y 2 carecen de techo. Sólo con esta plata se podría dar la cuota inicial para vivienda social a 1.000 familias pobres.
Entendemos que los ricos no pueden pensar de otra manera. Pues siempre ha sido así y los gobernantes les han dado gusto; ¡ni más faltaba! para eso les pagan las campañas. Pero hoy la cosa cambió, Hoy en Cali la historia es otra cosa, la cosa es a otro precio y el pueblo ya tiene en quién confiar.
Blog sieteríos acompaña al alcalde en esta batalla.
Fernando Duque N.
Director
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