Por Alexander Cruz
Nuestra hermosa Cali cumple 473 años, pero pareciera que se rejuvenece más y más. ¡Si parece locura! Pero cada día mejora su apariencia con: el MIO, los parques y algunas plazas, donde se promueve el civismo, el orden, el desarrollo económico, el deporte, la cultura y la convivencia, pero en mi conciencia resuena una frase con más de 2000 años: "SEPULCRO BLANQUEADO".
¿Por encima se ve bien pero por dentro qué? Nuestra ciudad le da más brillo a su belleza como se hace con las joyas y todo aparentemente se ve bien. Aunque recorriendo el centro, el Cam y el parque de las Banderas me encuentro con niños solos víctimas del hambre, familias mendigando e indigentes por todas las calles.
Lo mismo pasa si voy a la Loma o la colina de San Antonio, allí me encuentro con adolescentes y jóvenes huyendo de la rutina y la presión de sus hogares, entregados a algo peor como el LICOR, LAS DROGAS,LA DEPRESION FOMENTADA POR ALGUNAS CULTURA S URBANAS, y en algunos casos EL SUICIDIO. Les preguntas por qué lo haces y su única respuesta es: "Solo trato de llamar la atención de mis padres" o "los otro lo hacen porque yo no".
Es lógico que se necesita también preocuparse por nuestra sociedad y más por el futuro de ella, que tengan buenos fundamentos y madurez para enfrentar la vida sin decaer ante el primer fracaso. Es necesario hacer una cosa sin dejar a un lado la otra.
Está bien eso de embellecer físicamente nuestra ciudad, pero es importante también el corazón, la mente y la vida de los ciudadanos, que somos todos aquellos que tenemos el privilegio de vivir en ella 'la sucursal del cielo como es llamada', una ciudad hermosa que no queremos dejar a un lado.
Nuestra hermosa Cali cumple 473 años, pero pareciera que se rejuvenece más y más. ¡Si parece locura! Pero cada día mejora su apariencia con: el MIO, los parques y algunas plazas, donde se promueve el civismo, el orden, el desarrollo económico, el deporte, la cultura y la convivencia, pero en mi conciencia resuena una frase con más de 2000 años: "SEPULCRO BLANQUEADO".
¿Por encima se ve bien pero por dentro qué? Nuestra ciudad le da más brillo a su belleza como se hace con las joyas y todo aparentemente se ve bien. Aunque recorriendo el centro, el Cam y el parque de las Banderas me encuentro con niños solos víctimas del hambre, familias mendigando e indigentes por todas las calles.
Lo mismo pasa si voy a la Loma o la colina de San Antonio, allí me encuentro con adolescentes y jóvenes huyendo de la rutina y la presión de sus hogares, entregados a algo peor como el LICOR, LAS DROGAS,LA DEPRESION FOMENTADA POR ALGUNAS CULTURA S URBANAS, y en algunos casos EL SUICIDIO. Les preguntas por qué lo haces y su única respuesta es: "Solo trato de llamar la atención de mis padres" o "los otro lo hacen porque yo no".
Es lógico que se necesita también preocuparse por nuestra sociedad y más por el futuro de ella, que tengan buenos fundamentos y madurez para enfrentar la vida sin decaer ante el primer fracaso. Es necesario hacer una cosa sin dejar a un lado la otra.
Está bien eso de embellecer físicamente nuestra ciudad, pero es importante también el corazón, la mente y la vida de los ciudadanos, que somos todos aquellos que tenemos el privilegio de vivir en ella 'la sucursal del cielo como es llamada', una ciudad hermosa que no queremos dejar a un lado.
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