¿Ba$ura?

Más de lo mismo

Hernando Aldana Velásquez
COMUNA 2

Esta columna no contiene nada que usted no conozca o no haya leído antes, y como si fuera poco, voy a tratar sobre algo que usted prefiere no pisar, lo esquiva, lo arroja, a veces lo esconde, no siempre la bota en el lugar adecuado y en general lo mira feo y le huele bastante mal: la bendita basura.

Mucha basura en todas partes, grande, pequeña, mediana. En el lote desocupado de su cuadra, en una casa abandonada, en el caño de aguas lluvias, en el separador de la calle, dentro de las alcantarillas, en el bus, la buseta, basura arrojada desde los automóviles, buses, busetas, motos, basura arrojada por los transeúntes, basura arrojada por usted y yo. Nadie se escapa, todos ponemos nuestro granito de arena, o mejor nuestro bultico de basura para decorar a Cali.

También, estimado lector, ya se habrá dado cuenta porque escribo basura usando el signo $ como si fuera una -s- porque las basuras desde hace un buen tiempo, han dejado de serlo y se han convertido en parte de la solución ecológica a los problemas ambientales y mas precisamente, las basuras se han convertido en dinero contante y sonante. La verdad es que las basuras siempre han tenido un valor. Nunca una basura ha sido solamente eso: basura.

El hecho que ahora sean consideradas de un gran valor tiene que ver con algo que empezó a final de los años sesenta, cuando se oyeron las primeras voces sobre los galopantes problemas ambientales y el cambio de una actitud para proteger el planeta.

Porque frente a las basuras todo lo que necesitamos para enfrentar el reto que ofrecen, es un cambio de actitud. Ni siquiera es preciso una gran infraestructura –aunque no sobra- tan solo cambio de actitud. Y la verdad, es lo menos que podemos hacer, mejor dicho no queda de otra o cambiamos, o cambiamos. Ya hay un exceso de basura y no sabemos que hacer con ella. Bueno, sí hay gente que sabe que hacer con la basura y la convierte en ¿adivinen que? En dinero.

En la próxima columna, les prometo ahondar sobre el tema, la verdad es que usted y yo tenemos mucho que aprender sobre el asunto. Todos tenemos que aprender muchas cosas sobre el tema, y les aseguro que se van a sorprender.

Hasta la próxima.